Educación, Sin categoría

“El problema no es la Educación Sexual Integral, sino qué entiende cada uno”

La importancia que tienen los contenidos de salud y adolescencia en la formación de los alumnos

Gabriela Roth

Diálogo con la médica y profesora Gabriela Roth, a propósito de la implementación de las temáticas impulsadas a través de la ley 26.150: violencia de género, respeto mutuo, aceptación de la diversidad y convivencia con las diferencias.

Por Brisa Ledesma y Melina Aguilera

La educación sexual integral ayuda a las personas, en especial a niños de temprana edad, a tomar conciencia, obtener información y herramientas necesarias para tomar decisiones saludables sobre el sexo y la sexualidad. “Se vincula la educación sexual con la parte genital y eso es un gran error. Es mucho más que eso”, explica en esta entrevista con Il Giornalino Gabriela Roth, médica y profesora en Salud y Adolescencia.
-¿En qué momento se comenzó a dar educación sexual en las escuelas como materia?
-A partir del año 2006 se sancionó la ley 26.150, conocida como “Ley de Educación Sexual Integral” y entre ese año y el 2009 se llegó a un consenso de cómo se iba a implementar y a instrumentar en las escuelas. Esto implica trabajar con este tema desde jardin hasta el nivel terciario, obviamente que teniendo en cuenta las particularidades de cada nivel. No es lo mismo hablar con un nene de jardín, en donde se fortalecen en algunas cuestiones que tienen que ver con el respeto, el darle el tiempo al otro, el afecto, que con los adolescentes. Sin embargo hay cuestiones que si se trabajan bien desde chicos van a ser importantes más adelante. Por ejemplo, el comportamiento de una persona que es desconsiderada, que no espera al otro, que no lo tiene en cuenta, que no sabe compartir, que no tiene empatía, que no puede apreciar lo que el otro está sintiendo, seguramente va a terminar repercutiendo en lo que es lo sexual.
-Por lo que decís, la Educación Sexual Integral es algo mucho más complejo que el sexo…
-El problema acá no es qué es la Educación Sexual Integral, sino qué entiende cada uno. Se vincula la educación sexual con la parte genital y eso es un gran error, porque la educación es mucho más que el aspecto genital. Entonces cada vez que se habla de eso en las escuelas, piensan que vamos a hablarles a los chicos sobre sexo y eso está mal. La educación sexual integral tiene que ver con mucho más. Está más del lado del respeto mutuo, de entender la diversidad, de entender las diferencias y aceptarlas.
-¿Considerás que es importante la ESI para el aprendizaje de los niños?
-Sí, obvio. El eje de esta ley y el espíritu es transversal en todas las materias que tienen que ver con el respeto, con fortalecer la autonomía, con los sentimientos de cuando no es no, y con fortalecer eso sin necesidad de estar hablando de eso, del consentimiento. Por ejemplo, trabajarlo a través de una lectura cuando el docente puede escucharlo y contestarle. Con este tipo de cosas también, sin saberlo, se está haciendo educación y también educación sexual integral.
-¿Pensás que es importante que la ESI se dicte como una materia?
-No, porque sería ir en contra del espíritu de la ley, lo que es la ESI como concepto. Si la limitás a una materia o a un docente, a una práctica, entonces es como que nada más ese docente puede hablar de eso. Así nos volvemos a estancar, y ese es el principal problema que hay: que sólo en biología o en salud y adolescencia se puede hablar del tema. Y el resto como que mejor no habla de eso porque no sabe qué decir. No estaría bien que fuera así. La palabra integral marca precisamente eso, que integra a otras áreas, no sólo a las que se relacionan con la biología. Hablamos de respeto, de violencia de género, de respeto a las lesbianas, gays, transexuales, de entender la diversidad, y eso no es algo que sólo compete a los profesores de biología.
-¿Cómo implementás vos la ESI en las escuelas y en tu profesión como médica?
-Bueno, yo tengo esa ventaja y desde que empecé a dar clases, hace casi 20 años, siempre hablé de esto, así que lo implemento continuamente. Como médica puedo terminar de entender un montón de cuestiones que por ahí un docente no. Por eso son muy importantes las capacitaciones sobre Educación Sexual Integral y están disponibles para todos los docentes, tanto de manera presencial como virtual.
-¿Desde hace cuánto tiempo que das esta temática en tus clases?
-Desde mi práctica, insisto, desde siempre. En una época antes del 2006, teníamos que pedir permiso para dar esta clase. Entonces venían los padres, pedíamos una reunión y en esas reuniones se les decía: ‘Bueno, se va a hablar de esto en el aula’. Después, con el advenimiento de la ley, ya no tuvimos que salir a pedir permiso sino que estamos obligados a darlo.
-¿Esto tiene que ver con que la sociedad está cambiando su idea con respecto a estos temas?
-La sociedad viene cambiando desde hace mucho tiempo, esos cambios nos interpelan permanentemente y debemos actualizarnos. Antes no se podía hablar, a lo sumo venían al colegio alguna empresa como Jhonson y Jhonson, entregaban tam pones, toallitas, sacaban a los varones del aula y hablaban con las mujeres sobre la menstruación, y luego con los varones sobre poluciones nocturnas o sueños húmedos, si es que se animaban. Pero por lo general se hablaba sobre el ciclo menstrual y la parte del hombre no se hablaba. Había mucho tabú, mucha vergüenza. Por suerte eso está cambiando.
-¿Qué opinas con respecto a que estos conocimientos se adquieran a edades tempranas?
-La verdad es que la sexualidad nos acompaña a través de las distintas etapas de la vida, nos va atravesando en diferentes situaciones. Por ejemplo, uno tiene una mamá que va a tener un bebé, el futuro hermanito está dentro de un curso que implica ver a su mamá embarazada y va a hacer preguntas que otros chicos, a los que no les ocurre eso, no harían. ¿De dónde vienen los bebés?, por ejemplo. Después resulta que también por ahí se embaraza la maestra y bueno, cuando se dan esas situaciones es que decimos: ‘es momento de enfrentar esto’. O por ahí los nenes se meten en el baño de las nenas, les levantan la pollera o se bajan los pantalones y no hay que verlo como que es un nene degenerado o una nena exhibicionista, sino que son chicos que están descubriendo su sexualidad.
-¿Hay también Educación Sexual Integral en los hospitales?
-Cuando se promulgó la ley, decían que ‘a partir de los 14 años todos los niños y niñas pueden ir a un centro de salud y atenderse a demanda espontánea sin necesidad de ir acompañados de sus padres’ y esto es relativo. El cumplimiento en un principio era cero, o sea vos ibas a la sala de un centro médico o a un consultorio buscando a un ginecólogo/a y te decían: ‘vení con tu mamá, tenés 14 años, sos muy chiquita’. Todavía hay lugares donde eso ocurre. En algunos hospitales privados de la zona todavía no te podés atender si no tenés 21 años. Es decir, con 21 años podes viajar solo, tener registro, votar, pero no podés ir al ginecólogo. Lamentablemente eso pasa, hay lugares en donde ese derecho no está garantizado. Por eso es importante enseñarles estas cuestiones a los alumnos: que tienen derecho a ser atendidos o a tener una consulta, a que los hospitales y centros de atención los respeten. Ahí es donde los chicos se tienen que plantar, de eso se trata el empoderamiento.

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