OPINIÓN
Por Valentino Sicolo
Aunque el rugby se ha considerado un deporte un tanto agresivo, en la historia siempre ha sido usado como ejemplo de deportividad y como una escuela de valores. Un ejemplo de esto es lo sucedido en el mes de septiembre donde en un enfrentamiento entre Areco Rugby Club y el club Delta en menores de 16 un forward se escabulle en el ingoal del rival llevando a cuestas jugadores de Areco que trataban de evitar que el jugador anotara. El referee al ver que él cae en el ingoal inmediatamente cobra try para Delta, dado el poco tiempo que faltaba el resultado iba a ser la victoria del club de Tigre.
Pero en el momento en que el jugador se levanta llama al referee y le explica que él no había logrado apoyar la pelota y anotar los puntos por lo que éste anula su decisión, lo que llevó a la victoria de Areco. El gesto fue destacado en una carta de los directivos de club local hacia el jugador y los directivos de Delta. Personalmente presencié este suceso y lo destaco y uso como ejemplo frente a los valores del rugby, que se presentan en estas pequeñas actitudes desde que somos chiquitos hasta cuando somos grandes a nivel profesional. Juego desde que tengo 6 años en un club donde siempre se apoya a los jugadores y a las familias, incluyéndolos a cada uno ya sea en su misma división o entre otras divisiones, enseñando siempre que el rugby es un deporte donde prevalece el compañerismo en todo momento además del respeto, la humildad y la perseverancia.
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