Sociedad

La historia de las pandemias en Argentina

Nuestro país padeció 4 pandemias en distintas épocas, con características y resultados diferentes tanto sanitarios como sociales y políticos. Entre las peores están el brote de Cólera, la Gripe A, la Fiebre Española y la Fiebre amarilla.

Por Santino Delfino y Male Figoli

Fiebre española

Fue una pandemia causada por un brote del virus de la gripe tipo A, subtipo H1N1. A diferencia de otras epidemias de gripe que afectan principalmente a niños y ancianos, sus víctimas fueron también jóvenes y adultos con buena salud y también algunos animales. Se considera la pandemia más devastadora de la historia humana, ya que en solo un año mató entre 20 y 40 millones de personas. Esta cifra de muertos, que incluía una alta mortalidad infantil, se considera uno de los ejemplos de crisis de mortalidad porque en total tuvo 500 millones y 50 millones de muertos.

Los síntomas son:

  • Cara con color grisáceo.
  • Pupilas moderadamente dilatadas.
  • Las fiebre supera los 39 grados.
  • Pulso rápido, superando las 140 pulsaciones por minuto incluso pudiendo llegar a las 160.
  • Respiración superficial y rápida.
  • Agotamiento extremo.

Entre cuatro y seis horas tras los primeros síntomas los pulmones del paciente ya comenzaban a segregar exceso de líquido. Entre las 12 y 18 horas después de aparecer los síntomas anteriores se producía un empeoramiento con más líquido pulmonar, más disnea, aumento en la dilatación  pupilar, postración, sudoración profusa, aumento de la fiebre. De no remitir los síntomas la muerte sobreviene entre las 24 y 48 horas después de producirse el empeoramiento.

La pandemia de gripe española llegó a la Argentina en octubre de 1918 y continuó durante el invierno de 1919. Mirando en forma global, la epidemia no tuvo el impacto que se observó en otros países, como en el caso Brasil. En la Argentina, oficialmente, para el Departamento Nacional de Higiene, murieron 14.997 personas a causa de esta enfermedad. El brote tuvo como epicentro la Ciudad de Buenos Aires, desde donde se expandió al resto del país, esta fue la que menos sufrió en términos de mortalidad. 

El segundo brote tuvo un desarrollo completamente distinto, ya que su recorrido se hizo de norte a sur, y su impacto fue devastador en las provincias del norte, la gripe tuvo factores que potenciaron su avance sobre el país por un lado el factor ambiental y por otro lado las condiciones sanitarias de las provincias y ciudades

Cólera

El cólera es una enfermedad infecto-contagiosa intestinal es nombrada de esta forma porque es una infección donde actual los hongos, bacterias, virus, muchas veces protozoos etc, pero se diferencia del resto por que los agentes patógenos tienen dimensiones macroscópicas, puede ser aguda o grave. La cólera  produce como principal síntoma una diarrea secretoria caracterizada muy específicamente por deposiciones acuosas abundantes, pálidas y lechosas, semejantes al agua del lavado de arroz, con un contenido elevado de sodio, bicarbonato y potasio, y una escasa cantidad de proteínas y en segundo plano queda el vómito. En su forma grave produce una diarrea acuosa tan abundante que produce deshidratación de forma rápida y la misma deshidratación genera complicaciones como un desequilibrio de electrolitos, esto se define como pérdida rápida de minerales en la sangre que mantienen el equilibrio de líquidos en el cuerpo, entre otras.

La primer pandemia argentina de cólera tuvo su comienzo en la ciudad de Bahía Blanca a partir de enero de 1856, los motivos fueron de que un grupo de italianos llegó a argentina exiliados del país por luchas de motivos revolucionarios y ahí se comenzó a propagar gracias a que un integrante de ese grupo dia a dia fue documentando en un diario los sucesos de un viaje que hicieron un tiempo después de ese viaje se documentó penalmente el cólera entonces los ciudadanos de bahía blanca comenzaron rápidamente a tener síntomas de cólera. Ya pasado un mes ya habían 100 muertos de cólera en aquella ciudad, también gracias a que mucha de la población no estaba bien nutrida y además de que las condiciones sanitarias no eran buenas tampoco accesibles por todos. 

La segunda aparición del cólera en argentina fue en  los años 1867 y 1869 durante el desarrollo de la Guerra del Paraguay. El ambiente de esteros y lagunas, combinado con la falta de higiene y al hacinamiento de los campamentos en el teatro de operaciones, resultó un caldo de cultivo propicio para la epidemia. Apareció por primera vez el 26 de marzo de 1867 con sospechas de que su origen fue por haber sido llevado por un barco desde Brasil a Corrientes, si esta teoría es correcta se cree que un barco zarpado en Río de Janeiro desembarcó un paciente en Itapirú, donde se contagiaron las tropas brasileñas y luego las argentinas, se cree que los muertos se aproximan a los 4500 soldados. 

Los años más duros para el territorio Bonaerense fueron entre 1867 y 1868, se pudieron registrar más de 15 mil muertos y en la ciudad de Buenos Aires 3 mil muertos. La contaminación en el agua, el uso de letrinas y el lavado de frutas y verduras llevaron a la argentina a ser parte de una de las regiones más golpeadas por la cólera.

Y esto no termina acá se avecinaron otros rebrotes y pandemias por esta misma enfermedad tiempo más adelante, generando una revuelta político social importante y ni hablar en lo económico.

Gripe Amarilla

La fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda, hemorrágica, transmitida por mosquitos infectados. El término «amarilla» alude a la ictericia que presentan algunos pacientes. Los síntomas de la fiebre amarilla son: fiebre, cefaleas, ictericia, dolores musculares, náuseas, vómitos y cansancio. Una pequeña proporción de pacientes infectados presentan síntomas graves, y aproximadamente la mitad de estos casos fallecen en un plazo de 7 a 10 días. El virus es endémico en las zonas tropicales de África y de América Central y Sudamérica. Las grandes epidemias de fiebre amarilla se producen cuando el virus es introducido por personas infectadas en zonas muy pobladas, con gran densidad de mosquitos y donde la mayoría de la población tiene escasa o nula inmunidad por falta de vacunación. En estas condiciones, los mosquitos infectados transmiten el virus de una persona a otra. La fiebre amarilla puede prevenirse con una vacuna muy eficaz, segura y asequible. Una sola dosis es suficiente para conferir inmunidad y protección de por vida, sin necesidad de dosis de recuerdo. Un buen tratamiento de apoyo en el hospital aumenta la tasa de supervivencia. No hay tratamiento antivírico específico para la fiebre amarilla. La Estrategia para Eliminar las Epidemias de Fiebre Amarilla es una iniciativa sin precedentes. Con la participación de más de 50 asociados, la alianza EYE presta apoyo a 40 países en riesgo de África y las Américas para prevenir, detectar y responder a los casos sospechosos y a los brotes de fiebre amarilla.

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