Un hábito que no se debe perder

Por Luciano Cagnasso y Thiago Gelosi
“Leer es aprender. Aprender es educación. La educación es conocimiento. El conocimiento es poder. El poder es influencia. Y la influencia es la capacidad de cambiar el mundo”. La lectura es un hábito que toda persona debería desarrollar. Este agiliza nuestros pensamientos cognitivos e interactivos, el leer posibilita aprender y conocer con facilidad nuevos conocimientos.
En la actualidad los productos electrónicos envuelven a los jóvenes en cualquier actividad menos en la lectura, que es fundamental para mejorar su aprendizaje y mantener una comunicación por cualquier medio. La carencia de interés en los adolescentes por la lectura a veces tiene que ver en el ámbito en el que ellos se desenvuelven, ya que desconocen el costo que pueden tener las letras e información que puede contener un libro. Al no saber leer existe un efecto en el aprendizaje como la una mala ortografía, la carencia de cultura y la pérdida de capacidades comunicativas.
El placer que los jóvenes obtienen al navegar en las redes sociales es meramente temporal. Por ejemplo, las publicaciones que recibieron “me gusta” ayer no importarán dentro de un año. Sin embargo, el efecto de la lectura es permanente y hace que nuestro futuro se vuelva más brillante.
Una actividad exclusiva
La lectura es una de las actividades más importantes y útiles que el ser humano realiza a lo largo de su vida. En primer lugar, la lectura del mismo modo que todas las restantes actividades intelectuales, es una actividad exclusiva de los seres humanos, únicos seres vivos que han podido desarrollar un sistema intelectual y racional avanzado. Esto quiere decir que, la lectura es una de aquellas actividades que nos define por lo que somos frente al resto de los seres vivos. Esta capacidad que por lo general comienza a adquirirse muy lentamente desde temprana edad y se manifiesta de por vida, es decir que no se pierde con el tiempo.
La lectura aumenta nuestro desarrollo cognitivo, dándonos así, muchas ventajas como las que nombraremos a continuación:
- Aumenta nuestra inteligencia emocional: La inteligencia emocional a veces se abrevia como CE (o IE). Así como un CI alto puede predecir puntuaciones altas en los exámenes, un CE alto puede predecir el éxito en situaciones sociales y emocionales. La IE nos ayuda a construir relaciones sólidas, tomar buenas decisiones, y hacer frente a situaciones difíciles.
- Potencia nuestra cultura general: Aunque existen muchos criterios, podría decirse que la cultura general es el conjunto de conocimientos fundamentales sobre diversos temas del pasado, del presente y del futuro con los que contamos para entender y afrontar la existencia.
- Nos desestresa: La lectura hace que el latido del corazón sea más lento y alivia la tensión muscular. Además también puede alterar tu estado anímico. Y es que la lectura reduce el estrés más que escuchar música, más que tomarte una taza de té, más que caminar y más que jugar a videojuegos. Leer también, puede ayudar a reducir diferentes tipos de trastornos, por ej: la depresión, que ocurre normalmente en los adolescentes.
- Hace que usemos la imaginación y mejoremos la creatividad: Desarrollar la creatividad e innovación ayuda a que los jóvenes aprendan a expresarse mejor, desarrollen su pensamiento crítico y puedan resolver problemas con mayor facilidad. “Potenciar competencias como la creatividad e innovación es beneficioso para cualquier edad; sin embargo, resulta más importante hacerlo durante la niñez y adolescencia, ya que tienen una mayor predisposición para aprender y fortalecer diferentes habilidades relevantes para toda su vida”.
- Refuerza nuestro compromiso y fuerza de voluntad: La lectura es capaz de reforzar nuestro compromiso en actividades de la vida cotidiana tales como: El hacer tareas, estudiar, hacer deportes, aprender nuevos idiomas, entre otras cosas.
La lectura ayudó a muchos adolescentes en la vida social y cotidiana tanto como en lo académico; por esta razón leer tiene que ser un hábito que no se debe perder.