Diálogo con la psicóloga infantil María Andrea Rossi Machado, a propósito de los efectos del aislamiento por la pandemia en los adolescentes: vulnerabilidad emocional y depresión.
Por Martina Melo, Pilar Kapoble y Lucía Rodríguez
Debido a las medidas de aislamiento social la mayoría de los jóvenes se ven afectados psicológicamente. El problema mayor es la falta de contacto físico con sus pares, las redes sociales ayudan, pero ellos siguen extrañando la escuela, y los momentos juntos, ya que extrañan el cara a cara con el otro. Es importante que los padres entiendan que en estos momentos sus hijos necesitan el uso de las redes para conectarse.
–¿Cuál pensás que es la cosa más difícil por la que estamos pasando los adolescentes en cuarentena?
-Si bien los adolescentes tienden a aislarse y les gusta estar un poco más solos, creo que la cuarentena los aisló mucho más y eso les jugó en contra, ya que no se puede notar cuándo el aislamiento es por gusto y necesidad y cuándo es por obligación.
–¿Pensás que hubieron más casos de trastornos como la ansiedad o la depresión a raíz de esta cuarentena? Y para las personas que ya venían con algún trastorno ¿crees que fue un cambio para mejor o para peor?
–Por mi experiencia no lo veo como algo grave, pero hablando con terapeutas me encontré con que sí. Creo que son solo episodios propios de la angustia por la que están atravesando. Si bien no sé con certeza lo que va a suceder a futuro, y no todos los pacientes están pasando por la misma situación, creo que sí va a haber casos de personas que a raíz de esta cuarentena mejoren, ya que tengo pacientes en los que se nota su mejoría.
–Si tuvieses que dar una recomendación para todos los adolescentes que están pasando por un mal momento en esta cuarentena, ¿cuál sería?
-La recomendación que doy a esta altura del confinamiento es que empiecen a relacionarse, con cuidados, con distancia, en un parque, que vayan retomando sus vínculos sociales. Eso es lo que propongo y planteo a mis pacientes. Si son menores de edad, obviamente que los padres los tienen que habilitar, pero que empiecen a juntarse con amigos cara a cara porque sino uno va perdiendo la dimensión de lo que se está sintiendo. Uno tiene que ir planteándose, porque si bien todas las familias viven los miedos de la enfermedad y el encierro de distintas formas, y eso es respetable, es recomendable, de algún modo, volver a vincularse en lo presencial, con los afectos, con los primos, los amigos, la familia.
–¿Qué efectos o consecuencias puede traer a la larga la ansiedad que produjo esta cuarentena en los adolescentes?
-Los efectos que puede desencadenar pueden ser tanto graves como no tanto. Pienso que para que llegue a ser algo grave tiene que haber una base anterior, es decir que en una persona que tiene más tendencia a preocuparse o deprimirse, esto lo va a potenciar. Pero en los casos de personas con una salud mental medianamente estable, no va a generar muchos cambios significativos y se va a poder adaptar rápidamente a la vida “normal”.