Tecnología

Alcance, desafíos y problemas de la Inteligencia artificial

Robo de imágenes, de información, de identidades, de propiedad intelectual forman parte los puntos ciegos de las llamadas IAs.

Por Guadalupe Porrazo

Todos hemos escuchado que en un futuro no muy lejano la inteligencia artificial nos va a reemplazar en nuestro trabajos y que viviríamos en un mundo de robots, pero, ¿qué más puede hacer la tecnología y la IA? ¿Cómo funciona?

Para empezar hay que saber cómo funciona una IA. Las IAs no crean, no inventan, no sienten, ni imaginan, estas recopilan la información creando así un entendimiento según la información que le llega, que recibe todo el tiempo y que se sigue actualizando.

Todas, sin excepción, trabajan así. Los robots que contienen IAs también reciben e imitan actitudes humanas, su forma de comunicarse, sentir y reaccionar. Entonces, lo que hay que entender es que la tecnología no crea nada desde cero, no crea sino que procesa información ya existente, que recoge de alguna fuente, principalmente de internet.

Robo de identidades

Hemos escuchado hablar del robo de identidad, tanto de alguien que usa un nombre y/o imagen ajena como el robo de cuentas, contraseñas, etc. Pero, las IAs, ¿nos roban? Sí, estas recopilan información y, siempre y cuando les brindemos acceso, esto se vuelve algo legal. Un gran ejemplo de esto son los chats con IAs. Estos chats pueden ser por cualquier lado, whatsapp, Google, una aplicación, etc.

Uno puede pensar: ¿cómo el solo hecho de hablar por el celular puede hacer que me saquen información? Sencillo, lo que decis se filtra, se extraen tus hobbies, la música que escuchas, como te sentis…, estos datos después se pueden usar para elegir qué mostrarte: productos, publicidades, etc.

Capaz uno piense: bueno, no es un robo que me afecte tanto. Pero estas inteligencias artificiales no sólo usan tus datos (de forma legal) sino que, a través de internet o los chats, pueden a ayudar el robo de información como contraseñas o cuentas, Incluso pueden ayudar a que alguien use tu cara o voz para decir o hacer cosas sin tu permiso y/o beneficio.

El caso de Tom Hanks

Un gran ejemplo es Tom Hanks, su imagen fue usada de forma ilegal y sin su consentimiento para hacer un anuncio haciendo que esa gente pueda promocionar de forma gratuita y sin un contrato de restricciones. Esto mismo pasa casi todos los días en páginas web, se roba la cara de la gente subiendo fotos en desnudo falsas, manchando la imagen de la persona y exponiéndola a otros muchos peligros, como puede ser el acoso.

Robo de arte: fotos y dibujos

Además de caras y contraseñas, ¿qué más se roba? Arte. Las imágenes, dibujos, fotografías tienen, como los libros, derecho de autor. Pero al estar subidas a internet son objeto de robo.

Como dejamos claro al principio, la inteligencia artificial, no crea nada desde cero, entonces, ¿cómo funcionan las que dibujan? Estas toman imágenes de internet, dibujos, fotos, caras, todo, pero, todos esos artistas que dibujaron esas imágenes que usaron no reciben beneficio alguno, ni plata, ni mención, nada.

Capaz alguna vez se escuchó que un dibujo de una inteligencia artificial ganó un concurso de arte, esta fue bastante juzgada pero defendida bajo el argumento: “el trabajo detrás de esta imagen es el poder darle las indicaciones correctas para que llegue al resultado deseado” y “si a partir de otras imágenes pudo crear algo nuevo no deja de ser algo que aplaudir y/o premiar”.

Sin embargo, eso le quita mérito el trabajo tanto de los artistas que hayan participado del concurso como de aquellos que crearon las imágenes en las que se basó, ya que, a diferencia de la inteligencia artificial, uno debe tomar horas o hasta días para terminar una obra como para que sea usada y no les den créditos o pregunten por su consentimiento. Además, si esta no hubiera agarrado el trabajo ajeno, no podría completar o siquiera empezar la obra. Aun así, hasta el día de hoy, no hay leyes formales sobre el robo de arte de las inteligencias artificiales.

Las cosas por su nombre

Para finalizar vamos a dejar algo en claro, por mucho que las IAs puedan crear arte, traducir, corregir ortográficamente un trabajo, etc. No debemos ponernos paranoicos, ellas no nos quitaran el trabajo, al menos no por ahora. Las IAs todavía dependen de los seres humanos: para traducir deben saber de jergas que ellas mismas no pueden aprender y saber de contextos que por sí solas no llegar a comprender. El traductor común tiene tantas fallas que para los traductores les es casi imposible que pase desapercibido si está en un trabajo.

También en el arte éstas siguen creando, pero a través de arte ajeno, ya que por sí solas no pueden ni siquiera dibujar un árbol. Estamos lejos, muy lejos de que nos saquen el trabajo, pero aun así robar es robar: robar arte, nombres contraseñas, datos, etc. No debe ser pasado por alto y debe ser juzgado como es, un robo.

Deja un comentario