Opinión
Por Anabella Erausquin y Lucía Magallanes
La música tiene un poder increíble sobre nosotros. Puede hacernos sentir emociones profundas, como la felicidad, la tristeza o la nostalgia. Cuando escuchamos una canción que nos gusta, a menudo nos hace querer bailar o cantar. La música también puede traer recuerdos a la mente. Si escuchamos una canción que escuchábamos cuando éramos más jóvenes, puede recordarnos momentos felices o tristes de nuestro pasado.
Además, la música puede ayudarnos a relajarnos o concentrarnos. Si estamos estresados, escuchar música suave puede ayudarnos a sentirnos más calmados. Por otro lado, cuando necesitamos concentrarnos en una tarea, la música instrumental a menudo puede ayudarnos a mantenernos enfocados.
La música es una forma de expresión artística que puede conectar a personas de diferentes culturas y países. A través de la música, podemos compartir nuestros sentimientos y pensamientos, incluso si no hablamos el mismo idioma.
Escuchar o tocar música puede tener varios efectos positivos en el cerebro de los estudiantes. Estos efectos incluyen la liberación de óxido nítrico, una sustancia que ayuda a ensanchar los vasos sanguíneos. También se libera serotonina, una sustancia que nos hace sentir bien. Además, la música puede ayudar a reducir los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés y la ansiedad.
La musicoterapia lo que hace es ayudar a las personas que tienen un problema de salud mental. Los resultados de esta disciplina resultan ser muy positivos para las personas, porque proporcionan un resultado creativo como ampliar el conocimiento, la conciencia cultural y mejorar las habilidades cognitivas como la memoria.
En resumen, la música tiene el poder de influir en nuestras emociones, traer recuerdos a la superficie, relajarnos o concentrarnos, y conectarnos con otras personas. Es una parte importante de nuestras vidas y puede tener un impacto significativo en cómo nos sentimos y experimentamos el mundo.
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